Tirando de memoria ( III ): Los cliks de Playmobil

No podía tener la serie nostágica de mi blog la ausencia de estos pequeños hombrecillos de juguete que poblaron los hogares de todos los niños españoles de los años 80.
Eran tan famosos, que bastaba decirle a tu madre que te ibas a casa de un vecino a jugar para que se sobreentendiese que ibas a jugar a los cliks.
La empresa española Famosa compró los derechos de fabricación a una alemana que los fabricaba y crearon la saga famobil, que a los tres años fueron comprados por Playmobil.
Los supermercados tenían un espacio reservado para estos muñecos realmente importante, y eran los reyes de los catálogos navideños, con novedades en portada.
No se si son los sucesores de los geyperman, pero esta claro que le ganaron la batalla a todos aquellos que osaron hacerle la competencia en los grandes almacenes, que fueron muchos esos años; estaban los G.I. JOE, los Roblocks, Heman, e incluso los pin y pon.
Su morfología era sencillísima: Todos eran exactamente igual de altos, todos con el mismo rostro, con el mismo pelo, donde sólo cambiaba el color, y sus manos eran como llaves inglesas, sólo podian coger cosas de tallo cilíndrico a su medida.
Tampoco tenían rodillas, y sus piernas iban siempre juntas. No podías dar con ellos una patada. Su pelo era de quita y pon, como un casco, y me acuerdo que cada niño tenía un negrito entre todos.Tambien solíamos tener alguno sin pelo o sin un brazo.
Así como eran simples de complexión, tenían un gran variado surtido de complementos y modelos varios. Yo recuerdo que tuve el barco pirata que me vino por reyes, y claro, a la vez que vas desenvolviendo todo ese mejunje de cabezas, brazos, mástiles y demás, llega tu padre y se pasa montándolo toda la mañana, disfrutando más que tu.
Aparte del barco, tuve tambien el fuerte y el zoológico. Pero daba igual, yo hacía como todos mis amigos: tenía una bolsa de plástico donde estaban todos allí a granel, sin complemento alguno. Para que quería más. Yo jugaba partidos de futbol con ellos, los tiraba desde grandes alturas en plan expedición y nos inventábamos historias de guerra con ellos. Siempre los cliks.
A medida que fuimos perdiendo la inocencia y nos fueron dejando de interesar estos muñecos, comprobamos como estos muñecos tambien iban dejando paso a otros que la generación siguiente disfrutaría, creo que eran los argamenboy o algo así.
Ahora en mi habitación en un huequecito de una estantería tengo un clik.El único clik que tengo y me quedó de todo el ejército que tuve. Un protagonista del pasado que sobrevive para tranquilamente observar el paso del tiempo ahora que estan retirados Esta sentado, con un casco puesto y los brazos rectos al frente, sólo le falta la bandeja. Esta tarde pensando en que dedicar mi post lo ví, y no pude hacerle el feo. Ni a el ni a todos sus compañeros que se perdieron a través de los años. Los cliks. Nuestros cliks.