Curiosidades de la noche ( II ): Lo que le pasó a Andreucho en el pueblo.

Andreucho vivía con su mujer en un pueblo muy pequeño . No tenían hijos, y dado que su mujer tenia bastante tiempo libre le dijo que no estaría mal que fuera a la ciudad con su camioneta y comprara unos cuantos cerdos, para así entretenerse mientras los cuidaba.
Dicho y hecho, Andreucho cogió su camioneta y contentísimo se fué a la ciudad, íba a cumpir los deseos de su pobre esposa, que aburrida de la vida y sin vecinas cotillas no tenía con que matar el tiempo.
Cuando regresó a casa, su mujer salió a su encuentro y lo primero que le preguntó fué por los cerdos. Andreucho le dijo que habia comprado seis, y que ya no eran muy pequeños, por lo que seguro que iban a tener pronto crias.
Cuando los llevó al corral, su mujer le preguntó:
-Andreucho, dime,¿ y cuales son los cerdos y cuales las cerdas?
El pobre hombre se quedó perplejo ante tal capacidad de cuestionarse las cosas que tenia su esposa., y mirándola con aires de admiración le respondió:
-Ay, esposa mía, cuanto desgraciado soy, que no se decirte el sexo de cada uno de los gorrinos que a nuestra casa hemos adoptado. Pero no te preocupes, carne de mis sueños, que ahora mismo cojo la camioneta y voy a buscar al veterinario.

Al cabo de una hora el veterinario llegó a casa de Andreucho, y tras examinar los animales, le informó sin tapujos, con la verdad por delante:
-Querido Andreucho, tengo que decirte la verdad. Has comprado seis cerdas.
Andreucho no cabía en sí de sorpresa, seis cerdas, vaya puntería, mi madre.
Fue entonces cuando el veterinario le preguntó si conocía algun hombre en el pueblo que tuviera un cerdo para poder dejar embarazadas a las cerdas. Le contestó que no, y entonces le dijo el médico que no se preocupara, que podía probar con la fecundación in vitro.
Andreucho, que tenía un orgullo enorme, le contestó que de acuerdo sin saber que era eso de la fundación del vidrio, y menos su sabia esposa, que diciéndole eso su marido sólo pensó una cosa:
-Ayy Andreucho, yo pienso que deberías ir a junto del veterinario y preguntarle que es eso que te contó.
Andreucho cogió su camioneta llena de cerdas y se dirigió de nuevo a casa del veterinario, pero claro, entonces sería como reconocer que no entendía las cosas, y pensó que lo más normal es que el doctor se refiriera a que el mismo dejara embarazadas las cerdas echándoles un casquete.
Dicho y hecho, una tras otra, y en la camioneta, las cerdas recibieron de Andreucho todo el esplendor de un hombre rústico y emprendedor.”así me ahorro el dinero del medico”, pensaba el hombre de camino a casa.
Al dia siguiente Andreucho volvió a repetir la operación. Paró la camioneta en el monte y tras, tras, tras...se la endiñó a las seis hasta el final. Y así tres días más.
Su mujer entonces le preguntó a Andreucho si ya estaban embarazadas las cerdas, y el dijo que no, porque segun había escuchado, una cerda esta embarazada cuando esta todo el día reposando tumbada. Y que hasta la fecha las cerdas estaban siempre paseando por el corral.
Entonces su mujer se enfadó, y le dijo a Andreucho que como no se queden embarazadas las cerdas iba a ir ella misma a junto de ese veterinario y le iba a hacer devolver el dinero todo desde el primer día.
Andreucho empezó a pensar en que hacer, y entonces decidió pasar el día entero con las cerdas en el monte. Salió con la camioneta muy temprano y estuvieron follando como locos hasta anochecer, parando sólo para comer cada dos horas.
Nuestro hombre llegó a casa destrozado, “esta vez quedarán preñadas”, pensaba mientras se acostaba a dormir....
A la mañana siguiente, su mujer lo despertó, y le dijo:
-Andreucho, se acabó. Me voy a hablar con el veterinario.
-Pero porque esposa mía, acaso no estan las cerdas reposando???
-Reposando??? Para tu información, las cerdas estan subidas a la camioneta hace tres horas, y una de ellas hace unos minutos que esta tocando el claxon sin parar.....